¿Qué es somatizar?
Somatizar es, según la definición de la RAE, transformar problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria. Es por esto que podemos interpretar que el cuerpo y la mente están conectados, aunque durante años se creyera que no.
La ausencia de explicación médica de un síntoma no es infrecuente. Ir al médico y volver sin un diagnóstico es algo que en alguna que otra ocasión nos ha ocurrido a todos. Esto no significa que todos seamos somatizadores o que somatizamos nuestras emociones ya que seguramente muchas de estas consultas tienen relación con procesos fisiológicos normales.
¿Qué es la enfermedad psicosomática?
La enfermedad psicosomática se refiere a la sintomatología física directamente relacionada con motivos psicológicos. Procesos emocionales como la depresión, la ansiedad o el estrés pueden estar a la base de síntomas físicos, debilitar las defensas del organismo y hacerlo más vulnerable. Hay que tener en cuenta que la relación mente-cuerpo también funciona en sentido inverso y constante, por lo cual se produce una retroalimentación del problema.
Trastornos de somatización: clasificación y tipos
Se denomina somatización a la expresión de los problemas emocionales por medio de síntomas físicos. El dolor y la angustia que produce un trauma emocional puede provocar problemas físicos tan evidentes como la parálisis o la afonía. Sin embargo, este proceso puede acarrear síntomas algo menos llamativos, como dolor de cabeza, náuseas, dolor de espalda, palpitaciones, entre otros.
Los problemas emocionales como el estrés o la ansiedad provocan reacciones corporales que pueden ir desde un aumento de los niveles de cortisol hasta hinchazón. Si la persona los sufre de forma prolongada y no consigue gestionarlos bien, la sintomatología podría llegar a convertirse en una enfermedad psicosomática crónica que puede afectar a diferentes sistemas de nuestro organismo.
¿Cómo puede presentarse la somatización a través de distintos síntomas?
Existe un trastorno por somatización que abarca síntomas tanto de somatizar como de la hipocondría como el trastorno por dolor. Las personas que tienen este trastorno pueden llegar a percibir los siguientes síntomas:
- Fibromialgia: en ocasiones se produce tras un trauma emocional o físico y se acompaña con síntomas de ansiedad y/o depresión. Asimismo, bastantes veces origina sentimientos de culpa y baja autoestima en la persona que lo padece.
- Colon irritable: con frecuencia aparece asociado a la ansiedad y el estrés, siendo factores desencadenantes de este trastorno crónico.
- Mareos: el propio miedo a perder el control de nuestra vida y el equilibrio emocional puede causar determinados mareos.
- Cefaleas: dolores de cabeza frecuentes que se originan por la tensión. Debido a la ansiedad puede contraerse la musculatura pericraneal y cervical, lo que provoca los dolores crónicos.
- Insomnio: relacionado con la dificultad para relajarse.
- Trastornos dermatológicos: el estrés influye directamente en afecciones como la psoriasis, dermatitis seborreica, eccemas y otras, que tienen un fuerte componente psicológico.