Uno de los pilares claves de gozar de buena salud tiene que ver con el sueño. Lo cierto es que el dormir es una de las primeras cosas que empieza a fallar cuando una persona está sobrecargada, ya sea de trabajo o de cuestiones personales. Es por eso que conciliar un buen dormir deja de ser una prioridad, y pasa a ser una falta.
En este artículo se detallan cuatro consejos para tratar de tener un sueño profundo por las noches, para que al día siguiente uno pueda rendir de la mejor forma posible, sin tener que suspender actividades por extremo cansancio. Esto se debe acompañar de una rutina y estilo de vida que priorice la salud del cuerpo.
4 CONSEJOS PARA MEJORAR LA CALIDAD DEL SUEÑO
1. Crear una rutina: establecer una rutina consistente es esencial para optimizar la calidad de tu descanso. Mantener un horario regular para acostarte y despertarte, incluso los fines de semana, ayuda a sincronizar tu reloj biológico. Este reloj interno regula los ciclos de sueño y vigilia, permitiéndote conciliarlo más fácilmente y despertarte de manera más natural. Al mantener una constancia en tus horarios, tu cuerpo se adapta a un patrón más regular, lo que contribuye a una mejor calidad a la hora de dormir a lo largo del tiempo.
2. Priorizar el ambiente en donde se va a dormir: para crear un ambiente propicio para dormir, es crucial que tu dormitorio sea un espacio cómodo y relajante. Asegurarse de que esté oscuro es fundamental, ya que la oscuridad estimula la producción de melatonina, la hormona del descanso Utiliza cortinas opacas para bloquear la luz exterior y considera el uso de tapones para los oídos o una máquina de ruido blanco para reducir posibles molestias sonoras. Además, mantener una temperatura fresca en la habitación favorece un ambiente propicio para el sueño reparador.
3. Anular los dispositivos electrónicos antes de acostarse: limitar la exposición a dispositivos electrónicos antes de dormir es fundamental para mejorar la calidad del sueño. La luz azul emitida por teléfonos, tablets y computadoras puede suprimir la producción de melatonina, dificultando conciliar el sueño. Apagar estos dispositivos al menos una hora antes de acostarte para permitir que tu cerebro se relaje y se prepare para descansar. Considera actividades más relajantes, como leer un libro en formato impreso, para promover una transición suave hacia el sueño.
4. Evitar bebidas estimulantes antes de dormir: la cafeína y la nicotina son sustancias estimulantes que pueden afectar negativamente la calidad del sueño. Reducir o eliminar su consumo en las horas previas al sueño contribuirá a facilitar el proceso de conciliación del sueño. En su lugar, elige actividades calmadas y relajantes, como tomar un baño caliente, practicar la meditación o disfrutar de música tranquila, para preparar tu mente y cuerpo para el descanso nocturno.
Estos consejos pueden llegar a ser muy útiles para mejorar el sueño de una persona, pero sin dudas que deben estar acompañados de una rutina saludable para que puedan funcionar de la mejor manera. Alimentarse de forma correcta, hacer actividad física y aprender a controlar el estrés y al ansiedad también son pilares esenciales de manejar un buen dormir.
