La migraña es una enfermedad silenciosa que afecta a millones de personas en el mundo, según un estudio del 2021. Se estima que mil millones de personas, lo que equivale al 12,5% de la población mundial, sufren de este trastorno neurológico. A pesar de ser una condición de salud común, aún existe un estigma y una falta de comprensión social hacia quienes la padecen.
No solo provoca dolores de cabeza intensos, sino que también suele estar acompañada de otros síntomas como náuseas, fatiga y sensibilidad a estímulos externos. Estos síntomas pueden dejar a las personas incapacitadas durante horas o incluso días.
La migraña se caracteriza por ser un trastorno del procesamiento de la información sensorial, en el cual el cerebro reacciona con dolor de cabeza ante estímulos no dolorosos. A diferencia de otros tipos de cefalea, el dolor en la migraña suele ser pulsátil y se localiza en la mitad de la cabeza. Además, puede ir acompañado de síntomas como náuseas, intolerancia a la luz, los ruidos, los olores o el movimiento.
Aunque no se conoce la causa exacta de las migrañas, se cree que están relacionadas con cambios temporales en las sustancias químicas del sistema nervioso y los vasos sanguíneos del cerebro. Existe un claro factor genético, ya que se estima que el 60% de los pacientes tienen antecedentes familiares. Esto es una de las primeras preguntas que se realizan durante el diagnóstico de la enfermedad.
Las crisis de migraña pueden variar en intensidad y duración de una persona a otra. El tratamiento es diferente según si son esporádicas o crónicas. En casos esporádicos, se utilizan analgésicos para aliviar el dolor, pero es importante no abusar de ellos para evitar cefaleas por «rebote». En casos crónicos o discapacitantes, se implementa un tratamiento preventivo a largo plazo para evitar la aparición del dolor.
Para prevenir las migrañas, es fundamental identificar los desencadenantes individuales de cada persona. Estos pueden incluir cambios hormonales, estrés, ciertos alimentos, falta de sueño, deshidratación o consumo excesivo de cafeína, entre otros. Es importante que los pacientes identifiquen y excluyan completamente aquellos alimentos que les provocan dolores de cabeza.
Las migrañas pueden incapacitar a las personas y afectar su vida diaria. Es necesario comprender que no existe un tratamiento único que funcione para todos, ya que cada uno es único y las personas pueden reaccionar de manera diferente a ellas. Es fundamental diseñar un tratamiento individualizado basado en el análisis personal de cada paciente.
En resumen, la migraña es una enfermedad frecuente pero incomprendida. Quienes la padecen enfrentan no solo dolores de cabeza intensos, sino también el estigma social y la falta de empatía. Con un mayor conocimiento y comprensión de esta enfermedad, se puede mejorar la calidad de vida de las personas que sufren de migrañas y brindarles el apoyo necesario.
