El motivo principal por el que muchas personas se comen las uñas es el estrés y la ansiedad. Al no saber qué hacer con tanta incomodidad dentro del cuerpo, se terminan llevando las manos a la boca para poder calmar esta sensación. ¿La consecuencia? Manos feas que a muchas les da vergüenza mostrar en público.
A raíz de este pésimo hábito, las soluciones que fueron surgiendo han sido varias. Las esculpidas o “press-on”, las que se pegan con pegamento, se fueron popularizando en los últimos años y cada vez cuentan con más usuarios. Sin embargo, no solucionan el tema de mordérselas, ya que apenas se sacan, el hábito regresa.
CÓMO DEJAR DE COMERSE LAS UÑAS
1. Identificar y abordar las causas: Antes de abordar el hábito, es crucial identificar las posibles causas emocionales o de ansiedad que puedan estar contribuyendo al comportamiento. Buscar la raíz del problema permitirá desarrollar estrategias más efectivas para superar el hábito.
2. Aplicar productos amargos para uñas: Existen esmaltes y productos específicos diseñados para desalentar el hábito. Estos productos contienen un sabor amargo que resulta desagradable al contacto con la boca, sirviendo como un recordatorio constante para evitar el comportamiento no deseado
3. Mantener las uñas cortas y cuidadas: que las mismas cortas y bien cuidadas puede ayudar a reducir la tentación de morderlas. Limarlas y darles forma regularmente puede contribuir a que se vean más atractivas, lo que motiva a abstenerse de dañarlas. Incluso también se comercializan otros que son para fortalecer a la que va creciendo. Esto es crucial ya que la mordida tiende a ser mucho más débil a medida que va recuperándose.
4. Practicar técnicas de relajación y manejo del estrés: Muchas personas desarrollan el hábito de morderselas como respuesta al estrés o la ansiedad. Aprender técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, puede ayudar a controlar estas emociones y reducir la necesidad de recurrir al hábito. También practicar el acto de concientizar la mordida, ya que generalmente es una actividad que se da manera inconsciente.
5. Reemplazar el hábito con gestos alternativos: Buscar gestos alternativos para ocupar las manos, como usar un objeto antiestrés, jugar con una lapicera o tener pequeños juguetes manipulables, puede ser una estrategia eficaz para redirigir la atención y la energía lejos de morderse las uñas. Establecer un sustituto positivo puede ayudar a romper el ciclo del hábito no deseado.
Aplicar estos consejos puede ser difícil al principio, sobre todo si se comen desde hace muchos años. Sin embargo, no es nada muy imposible de lograr ya que son miles las personas que han logrado superar este hábito y ahora cuentan con manos lindas y suaves. Lo que sí se necesita es fuerza de voluntad, porque la mente va a querer engañarnos y motivarnos a llevarlos las manos a la boca.