Los 5 mitos y errores más comunes en primeros auxilios

De la mano del cine y las creencias arraigadas en las familias, la atención de los primeros auxilios es un terreno plagado de prácticas erróneas que, lejos de ayudar, pueden agravar la situación.

Recibir primeros auxilios puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Pero a medida que aprendemos más sobre el cuerpo humano y sobre cómo este responde, los consejos para enfrentar estas situaciones van cambiando gradualmente a lo largo de los años.

5 mitos en los primeros auxilios

  1. Aplicar dentrífico

Ante una quemadura, una costumbre frecuente es aplicar dentífrico en la zona lesionada. Es posible que esta idea surja del efecto refrescante que aporta la pasta, pero se trata de una falsa mejoría perniciosa por sus consecuencias, ya que la pasta de dientes es abrasiva y agrava la lesión. Tampoco hay que aplicar aceite o mantequilla, ya que ensucian la herida y pueden empeorar la evolución de las cicatrices. 

  1. Masajes cardíacos

Dar un masaje cardíaco a alguien que no lo necesita puede causarle más daño que beneficio. Si alguien sufre un infarto, la principal manera de aumentar sus opciones de supervivencia es que se le practique una reanimación cardiopulmonar (RCP) antes de que llegue la ayuda médica.

Un estudio reciente hizo un seguimiento de casos en los que los transeúntes realizaron masajes cardíacos, con el fin de descubrir si una RCP innecesaria puede exponer a los pacientes a un mayor riesgo. En la investigación se analizaron 910 casos y solo en 26 de ellos los pacientes no habían sufrido un infarto. De estos 26, el masaje cardíaco causó complicaciones en solo tres casos, entre ellos una fractura menor de costillas.

  1. Pérdida de conciencia y sacudir

Si una persona pierde la conciencia, pero sigue respirando no hay que sacudirla para que despierte. Si no responde, es necesario verificar que respire normalmente. Si lo hace, se debe colocar a la persona de costado, controlar su respiración y comunicarse con el servicio de emergencias. 

  1. Sangrado de nariz

Echar la cabeza hacia atrás ante una hemorragia nasal no para el sangrado. Lo que ocurre es que la sangre, en lugar de salir por el orificio nasal, se dirige a la parte posterior de la nariz y va hacia la garganta y la boca.

De hecho, se recomienda hacer lo contrario. Para detener el sangrado de una herida se debe cubrir el área con un paño y aplicar presión directa. La presión directa y de manera constante sobre la herida que sangra es la mejor manera, más rápida y efectiva para detener el sangrado. 

  1. Orinar sobre la picadura de medusa

No hay evidencia científica de que funcione. En caso de una picadura, de entrada, el agua salada puede ser un buen remedio para lavar la zona y calmar un poco el escozor. Echar orina, agua dulce sobre la herida o cubrirla con arena únicamente contribuiría a extender el tóxico inoculado y podría agravar la erupción cutánea. 

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