¿Somos lo que comemos? Nuevos estudios muestran el efecto de la comida en nuestro cerebro

Un cerebro humano adulto tan solo representa alrededor del 2% de la masa corporal, pero utiliza el 20% de su energía metabólica. Se necesita una gran cantidad de vitaminas y minerales para mantenerlo en marcha, incluso es necesario ingerir muchos nutrientes esenciales cuando es una pequeña sección de las vías metabólicas del cerebro.

Con el aumento de los trastornos de salud mental, la ciencia está investigando cómo los alimentos o los suplementos nutricionales afectan la mente. Los cerebros, al ser los órganos del cuerpo más complejos y demandantes de energía, se cree que tienen sus propias necesidades nutricionales especializadas.

¿Cuáles son los efectos de la alimentación?

El exceso o el defecto de un nutriente puede dañar el sistema nervioso y una alimentación desequilibrada puede producir carencias específicas de algunos de los nutrientes, generando síntomas como apatía, desgana, irritabilidad, nerviosismo, cansancio, falta de atención, fallos de memoria, de concentración e incluso depresión.

Por eso, es necesario un consumo saludable de alimentos. La principal energía que necesita el cerebro para funcionar es la glucosa que proviene de los alimentos con carbohidratos, como pueden ser los cereales, legumbres, frutas y vegetales, así como productos lácteos. Además, se necesita de otros nutrientes esenciales como las vitaminas, minerales, ácidos grasos, o proteínas. 

Esto mejorará el estado de ánimo, permitirá pensar más rápido, tener más y mejor memoria, y nos brindará una mayor capacidad de concentración. Además, por medio de la alimentación, se puede mejorar el humor y el comportamiento, ayudando a aliviar la depresión, la ansiedad, la neurosis y los trastornos del sueño.

Últimos hallazgos de los microorganismos del intestino

Uno de los desarrollos científicos de los últimos años es el descubrimiento de la importancia de los microorganismos en el intestino como intermediarios entre lo que entra en la boca y lo que sucede en el cerebro. Se descubrió que los microbios forman un ecosistema complejo en el intestino, conocido como microbioma y que estos necesitan micronutrientes.

Una dieta que carezca de ellos puede provocar un desequilibrio en el microbioma intestinal. Cada vez hay más evidencia de un vínculo entre el intestino y el cerebro en lo que se denomina psicobioma, parte del microbioma, que puede afectar la forma en que las personas piensan y sienten. 
La dificultad de desarrollar el campo de investigación de la psiquiatría nutricional radica en la economía. A diferencia de los medicamentos, las vitaminas, los minerales y los microbios no son patentables. Las empresas farmacéuticas no tienen nada que ganar comercialmente con la realización de pruebas con píldoras que cualquiera puede comercializar. Es difícil confiar en la investigación patrocinada por la industria ya que tiene un sesgo hacia resultados favorables. Aún así, hay que agarrarse de lo que ya se conoce y consumir el tipo de alimentos, como los carbohidratos, que hacen bien al organismo y a la salud mental.

Compartir