Puttering: la nueva forma de hacer las cosas que mejora la salud

puttering

El término puttering es una palabra inglesa que describe una manera relajada y sin presiones de realizar tareas. Se refiere a llevar a cabo actividades de manera pausada, sin un objetivo definido, y disfrutando el proceso sin prisas. Esta forma de hacer las cosas ha ganado popularidad en la vida moderna como una forma efectiva de mejorar la salud mental y física, ya que permite reducir el estrés y aumentar la satisfacción personal. 

El concepto de puttering no es nuevo, pero en los últimos años ha cobrado una nueva relevancia en el contexto del bienestar y el autocuidado. Puttering es, en esencia, la práctica de realizar tareas diarias o actividades sencillas de forma relajada y sin una presión específica para terminarlas en un tiempo determinado. A menudo, se asocia con actividades como arreglar el jardín, organizar una habitación, cocinar sin prisas o arreglar cosas pequeñas en la casa. La idea es disfrutar del proceso sin preocuparse por el resultado final o la eficiencia.

En una era en la que la productividad parece ser el objetivo máximo, el puttering ofrece una alternativa saludable y consciente. En lugar de enfocarse en la rapidez o la perfección, se centra en el acto de hacer por el simple placer de estar ocupado en algo que brinda satisfacción. Este enfoque puede parecer contraintuitivo en un mundo obsesionado con el logro constante, pero precisamente por eso se ha convertido en una herramienta para muchos que buscan reducir la ansiedad y mejorar su calidad de vida.

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CUALES SON LOS BENEFICIOS DEL PUTTERING

1. Reducción del Estrés

Uno de los principales beneficios del puttering es la reducción del estrés. Al no imponer objetivos estrictos ni plazos específicos, se evita la presión que muchas veces acompaña las tareas cotidianas. Esta actitud relajada ayuda a calmar la mente, permitiendo que las personas se concentren en la actividad presente sin la ansiedad que puede generar la idea de completar rápidamente una lista de tareas. El puttering fomenta el mindfulness, una práctica que ha demostrado ser efectiva para reducir los niveles de cortisol y aumentar la sensación de bienestar.

2. Mejora del Estado de Ánimo

Las actividades realizadas a través del puttering pueden tener un efecto positivo en el estado de ánimo. Al centrarse en tareas sencillas y tangibles, como organizar un cajón o regar las plantas, se experimenta una sensación de logro sin la presión de resultados. Esta experiencia puede generar una dosis de dopamina, el neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa, lo que contribuye a mejorar el estado de ánimo general. Además, estas actividades ofrecen una pausa mental que permite desconectar de preocupaciones mayores, lo que ayuda a recuperar la energía emocional.

3. Aumento de la Creatividad

Curiosamente, la práctica del puttering también puede fomentar la creatividad. Al realizar actividades de manera informal y sin presión, se permite que la mente divague y explore nuevas ideas. Esta forma de pensar relajada, conocida como «pensamiento difuso», es esencial para la creatividad, ya que permite establecer conexiones entre ideas aparentemente no relacionadas. Es común que las personas encuentren soluciones a problemas o nuevas perspectivas mientras realizan tareas simples como arreglar un jardín o limpiar una habitación.

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4. Mejora de la Salud Física

El puttering también tiene beneficios para la salud física, aunque puede no parecer una forma de ejercicio en el sentido tradicional. Muchas de las actividades que se realizan durante el puttering, como caminar por el jardín, limpiar la casa o reorganizar objetos, implican movimiento físico ligero, que puede contribuir a aumentar la actividad diaria sin requerir un esfuerzo extenuante. Además, estas actividades pueden mejorar la flexibilidad y la movilidad, especialmente en personas mayores que buscan mantenerse activas de manera suave y segura.

Puttering en la Vida Cotidiana

Integrar el puttering en la rutina diaria es sencillo y no requiere de cambios drásticos en la vida. La clave está en abordar las tareas cotidianas con una mentalidad relajada y permitirse disfrutar de cada momento. Aquí hay algunas formas de incorporar el puttering en la vida cotidiana:

1. Disfrutar de las Tareas del Hogar

Las tareas domésticas, que a menudo se consideran tediosas, pueden convertirse en una oportunidad para practicar el puttering. En lugar de ver la limpieza o la organización como una obligación que debe cumplirse rápidamente, se puede abordar con calma, disfrutando del proceso. Por ejemplo, organizar un armario puede ser una tarea agradable si se hace sin prisas, apreciando el resultado de cada pequeño cambio.

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2. Pasar Tiempo en la Naturaleza

El jardín es un lugar ideal para practicar el puttering. Actividades como plantar flores, cortar el césped o simplemente observar la naturaleza permiten desconectar del estrés diario y reconectar con uno mismo. No es necesario tener un gran jardín; incluso unas macetas en un balcón pueden ser suficientes para experimentar los beneficios del puttering al aire libre.

3. Cocinar sin Prisas

Cocinar puede ser una actividad de puttering perfecta si se hace sin la presión del reloj. Preparar una comida con tiempo, probando nuevas recetas o cortando los ingredientes lentamente puede ser una forma de disfrutar del proceso en lugar de enfocarse en el resultado final. Esto no solo mejora la relación con la comida, sino que también puede fomentar una alimentación más saludable al prestar atención a cada paso del proceso culinario.

Aunque el puttering parece ir en contra del concepto tradicional de productividad, en realidad puede tener un impacto positivo en la eficiencia y la capacidad para completar tareas importantes. Tomarse un tiempo para realizar actividades sin presión puede ayudar a recargar la energía mental y evitar el agotamiento. Las pausas activas, en las que se realizan tareas de bajo estrés, permiten que el cerebro descanse y se prepare para enfrentar desafíos más complejos.

Además, el puttering puede ser una forma efectiva de abordar tareas que, de otro modo, podrían posponerse indefinidamente. Al quitar la presión de completarlas rápidamente, estas actividades se vuelven menos intimidantes, lo que facilita comenzar y avanzar de manera constante.

El puttering tiene muchas similitudes con la práctica del mindfulness, ya que ambas filosofías se centran en estar presentes en el momento y en realizar actividades de forma consciente. Al poner atención a las pequeñas cosas, como el sonido de la escoba en el suelo o la textura de una planta mientras se riega, se cultiva una actitud de gratitud y aprecio por lo cotidiano. Esta forma de enfocarse en el presente puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la salud mental.

El puttering no es simplemente una manera de realizar tareas, sino una filosofía que desafía la obsesión moderna por la productividad y la eficiencia. Al enfocarse en el proceso en lugar del resultado, se permite una forma de vida más relajada y consciente, que tiene beneficios tangibles para la salud mental, emocional y física. Practicar el puttering en la vida diaria no solo ayuda a reducir el estrés, sino que también fomenta la creatividad y la satisfacción personal.

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