El dolor de ciático suele ocurrir cuando una hernia de disco o un espolón en la columna vertebral presionan el nervio ciático, originando un dolor que se propaga desde la espalda baja hasta una o ambas piernas.
Quien lo padece sentirá un dolor punzante que le dificultará caminar o incluso ponerse de pie. Además, podría generar entumecimiento de las piernas y una sensación de hormigueo y quemazón.
La intensidad puede variar según cada persona y suele durar algunos días o semanas, pero si no se busca una solución o un tratamiento a tiempo, el dolor puede agudizarse y extenderse.
¿Cuál es la causa del dolor ciático?
Este dolor lo puede sufrir cualquier persona que pase mucho tiempo sentada o en una mala postura por muchas horas. También puede tener su origen por hernias de disco o incluso por el síndrome piramidal.
En el caso de las mujeres embarazadas, el dolor del ciático suele ser más común que en el resto de las personas. Esto se debe al aumento del tamaño del útero en el periodo de gestación, ya que puede crecer hasta 20 veces su tamaño normal.
¿Cómo aliviar el dolor que genera el nervio ciático?
A pesar de que no exista una fórmula mágica, existen ejercicios que ayudan a aliviar el dolor. Para las embarazadas, es fundamental aplicar calor, mantenerse activas, evitar los tacones y tener una buena postura.
En el resto de los casos, existen 5 actividades que pueden realizarse en series de 3, con 10 repeticiones cada una:
Extender las piernas
El primer ejercicio consiste en acostarse boca arriba y extender una pierna mientras se flexiona la otra. Allí se sostiene la postura por 20 segundos y luego se cambia la pierna para repetir la postura.
Flexionar las rodillas
Acostarse boca arriba con las rodillas flexionadas, posicionar uno de los tobillos sobre la rodilla contraria y tomarse la rodilla flexionada con las manos haciendo presión hacia el pecho durante 20 segundos. Luego, repetir el movimiento con la pierna contraria.
Piernas estiradas con inclinación del cuerpo
Sentarse en el piso con la espalda recta y las piernas estiradas, e inclinarse despacio hasta agarrarse los pies. Sostener la postura durante 30 segundos.
Juntar rodillas
Acostarse boca arriba con las piernas flexionadas y los brazos presionando sobre las rodillas, y mover el cuerpo de un lado a otro lentamente.
Rotar el torso
Sentarse en el suelo con los pies estirados hacia adelante y flexionar una de las piernas de manera que cruce por encima sobre la otra. Rotar el cuerpo a la inversa de la pierna flexionada, sosteniendo la posición por 10 segundos. Repetir lo mismo con la otra pierna.