Al igual que todos los años, llega la temporada de invierno y junto a ella miles de compras en suplementos y vitaminas que evitan la propagación de enfermedades. Y lo cierto es que hay mucho revuelo alrededor de esta temática, porque algunos expertos manifiestan que no sirven del todo y que solamente tienen un fin comercial.
No obstante, la ciencia comprobó que hay ciertas cosas que se pueden consumir que son muy buenas para el sistema inmune al proveer miles de beneficios. Lo importante a tener en cuenta es que las mismas tienen que ser de buena calidad, a la vez que vengan de fuentes naturales y saludables, por lo que leer los ingredientes es clave.
5 SUPLEMENTOS INDISPENSABLES PARA EL SISTEMA INMUNE
Si bien hay muchos suplementos que se pueden tomar, los más recomendados para la temporada de invierno son los que fortalecen el sistema inmune. Algunos son los siguientes:
1. Vitamina C: la vitamina C es esencial para el buen funcionamiento del sistema inmune. Actúa como antioxidante, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres. Además, estimula la producción y función de los glóbulos blancos, incluyendo los fagocitos y linfocitos, que son fundamentales para combatir infecciones. La vitamina C también aumenta la producción de anticuerpos y mejora la función de la barrera epitelial en mucosas, como las del tracto respiratorio. Fuentes adicionales de vitamina C incluyen naranjas, kiwis, guayabas, y pimientos rojos.
2. Vitamina D: la vitamina D es crucial para regular el sistema inmune. Ayuda a las células inmunitarias a reconocer y destruir patógenos, como bacterias y virus. También modula la respuesta inflamatoria y promueve la producción de péptidos antimicrobianos en las células epiteliales. La deficiencia de vitamina D se asoció con un mayor riesgo de infecciones respiratorias y autoinmunidad. Además de la exposición solar, se puede obtener vitamina D a través de alimentos como pescados grasos (salmón, sardinas), hígado, yema de huevo, y suplementos.
3. Zinc: es un mineral esencial para el desarrollo y funcionamiento adecuado del sistema inmune. Participa en múltiples procesos inmunológicos, incluyendo la proliferación y diferenciación de células inmunitarias, la actividad de los macrófagos y la función de las células asesinas naturales (NK). El zinc también ayuda a regular la respuesta inflamatoria y la integridad de la barrera mucosa. Las fuentes dietéticas incluyen carnes magras, mariscos, nueces y legumbres. Los suplementos de zinc son útiles especialmente en casos de deficiencia.
4. Probióticos: éstos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, proporcionan beneficios para la salud, especialmente para el sistema digestivo e inmune. Ayudan a mantener un equilibrio adecuado de bacterias en el intestino, lo que es clave para una respuesta inmune saludable. Los probióticos promueven la producción de ciertos compuestos que regulan las respuestas inmunitarias y reducen la inflamación. Además, fortalecen la barrera intestinal, previniendo la entrada de patógenos. Algunas fuentes naturales de probióticos son el yogur, el kéfir, el chucrut y los alimentos fermentados.
5. Equinácea: es una hierba que se utilizó tradicionalmente para fortalecer el sistema inmune y tratar infecciones virales y bacterianas. Contiene compuestos bioactivos que estimulan la actividad de los glóbulos blancos, aumentando la respuesta inmunitaria contra patógenos. La equinácea también tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden contribuir a la salud general. Se puede consumir como té, extracto líquido o en cápsulas. Es importante tener en cuenta que su uso a largo plazo puede no ser recomendado para todos, y consultar con un profesional de la salud es clave para determinar su adecuación y dosificación.
CÓMO CONSUMIR LOS SUPLEMENTOS
Hay muchas formas de poder consumir este tipo de suplementos, siendo todos iguales de válidos para el organismo. Más allá de la fuente de donde provenga la vitamina o el mineral, es clave considerar y tener en cuenta que cuánto más natural sea la fuente, mejor va a ser para el cuerpo. Aquí van algunos ejemplos sobre fuentes vitamínicas.
Como se detalló anteriormente, la Vitamina C se encuentra en todos los cítricos, los cuales abundan en la temporada de inviernos. Frutas como las naranjas, mandarinas, pomelos, limones, limas y todos los similares son excelentes para elevar estos niveles en la sangre. Con estar 20 minutos al sol por día ya cubrimos la dosis diaria de Vitamina D.
Por su parte, todos los productos fermentados van a ser ricos en probióticos, ideales para mejorar la flora intestinal. El Zinc se encuentra en todas las proteínas de origen animal, como también en semillas y frutos secos. Y la equinácea se encuentra en frutos rojos, hongos y productos de origen vegetal.
En caso de que en alguna ciudad no se puedan encontrar alimentos que sean ricos en estos tipos de vitaminas y minerales, se puede entonces suplementar con algunas cápsulas o polvitos. Los mismos se pueden acompañar con otros que sean igual de ricos para el cuerpo, ya sea cúrcuma, jengibre o productos de ese estilo.
Otro de los suplementos que son muy buenos para el cuerpo son todos los derivados del colágeno, o el mismo producto en polvo. Es ideal para poder mejorar la salud de la piel, de los huesos y de los cartílagos. Su consumo se recomienda en mayor medida en mujeres que estén atravesando la etapa de la menopausia, o en atletas que necesiten reforzar la salud en sus articulaciones.
Cualquiera que sea el motivo, todos somos candidatos ideales para mejorar la salud de nuestro cuerpo mediante la suplementación correcta. Cuidar el sistema inmune es primordial durante los meses de frío, especialmente para atravesarlo de forma sana y sin muchos sobresaltos. Será ideal para poder continuar con la rutina diaria, sin necesidad de tomarse unos días de descanso.