Hace ya unas décadas que el azúcar se convirtió en un enemigo mortal de todos los expertos en salud. Si bien anteriormente no era tanto un tema, como lo era la sal, ahora realmente se conocieron los miles de perjuicios que le trae al organismo, por lo que ellos no dejan de insistir que hay que reducir su consumo al nivel más bajo posible.
Ahora bien, esto es algo sumamente complejo de conseguir. Lo cierto es que al comer este producto, se activa en el cerebro un neurotransmisor que hace que sea complicadísimo dejar de comerla. Es decir, el cuerpo desarrolla una adicción al producto por las sensaciones que su cerebro siente al tener contacto con el mismo. Pero, entendiendo esto, ¿cómo se puede dejar?
CÓMO DEJAR EL AZÚCAR: PASOS Y CONSEJOS A SEGUIR
Cambiar el estilo de vida a uno más saludable empieza por un paso. Hay algunas cuestiones que se pueden poner en práctica para que esto se pueda lograr.
1. Conciencia y educación: hay que comenzar por entender por qué se quiere reducir el azúcar en la dieta. Aprender sobre los efectos negativos del exceso del mismo en la salud, como el aumento de peso, el riesgo de enfermedades cardíacas y la resistencia a la insulina puede ayudar a encontrar un motivo más real. Esta conciencia te motivará a hacer cambios positivos.
2. Identifica fuentes de azúcar: examinar minuciosamente tu dieta y reconocer las fuentes principales de este alimento. Estas incluyen alimentos obvios como caramelos, tortas y gaseosas, pero también pueden estar presentes en alimentos procesados como salsas, aderezos para ensaladas y comidas preparadas.
3. Reduce gradualmente el consumo: en lugar de intentar eliminar todo el azúcar de golpe, se puede empezar reduciendo gradualmente la cantidad que se consume. Por ejemplo, si usualmente se le agrega dos cucharadas de azúcar a un café, intentar usar una y media durante una semana, luego una y así sucesivamente.
4. Reemplaza con alternativas saludables: sustituir el azúcar por opciones más saludables. Por ejemplo, utilizar endulzantes naturales como la stevia, el extracto de vainilla o la canela para dar sabor a tus comidas y bebidas. Las frutas frescas también son una excelente manera de endulzar naturalmente los alimentos.
5. Lee las etiquetas de los alimentos: presta ratención a las etiquetas nutricionales y buscar términos como «jarabe de maíz alto en fructosa», «azúcar de caña», «sacarosa» u otros nombres de azúcar ocultos. Esto te ayuda a evitar productos con alto contenido de azúcar añadido.
6. Prepara tus propias comidas: cocinar en casa te permite tener control sobre los ingredientes que utilizas. Opta por recetas caseras y frescas en lugar de alimentos procesados que a menudo contienen azúcares añadidos.
Lo más importante a tener en cuenta es que se necesita de mucha conciencia para poder realizar este cambio. Es crucial tomárselo seriamente porque el azúcar se encuentra en cada uno de los productos.