La práctica del estiramiento, conocida como elongar o estiramiento muscular, es una actividad fundamental en cualquier régimen de ejercicio físico. Sin embargo, la cuestión del momento óptimo para realizar esta actividad fue motivo de debate entre atletas, entrenadores y expertos en medicina deportiva.
La realidad es que más allá de la importancia de este ejercicio, es fundamental encontrar el mejor momento para hacerlo. Lo cierto es que hacerlo durante el mismo momento en el que se entrena no es lo ideal, pero sí es clave hacerlo cuando el cuerpo está en movimiento. Entonces, ¿cuándo se elonga?
ELONGAR: ¿ANTES DE ENTRENAR?
Históricamente se enseñó que el estiramiento previo al ejercicio es esencial para calentar los músculos y prepararlos para la actividad física. Sin embargo, la investigación más reciente cuestiona la eficacia de esta práctica. Estudios indican que el estiramiento estático antes del ejercicio puede disminuir la fuerza y la potencia muscular, lo que podría afectar el rendimiento deportivo, especialmente en actividades que requieren explosividad, como el sprint o el levantamiento de pesas.
No obstante, el estiramiento dinámico, que implica movimientos controlados que llevan a los músculos a través de su rango de movimiento completo, se popularizó como una alternativa al estiramiento estático previo al ejercicio. El estiramiento dinámico puede aumentar la temperatura corporal, mejorar la circulación sanguínea y preparar los músculos para el ejercicio sin comprometer la fuerza o la potencia.
¿Y DESPUÉS DE ENTRENAR?
El consenso actual entre muchos expertos es que el momento óptimo para el estiramiento es después del ejercicio. Durante el ejercicio, los músculos tienden a acortarse y contraerse, lo que puede resultar en rigidez y disminución del rango de movimiento. El estiramiento post-ejercicio ayuda a contrarrestar este acortamiento muscular, manteniendo la flexibilidad y previniendo la rigidez muscular.
Además, elongar después del ejercicio puede promover la recuperación al eliminar el ácido láctico acumulado en los músculos durante el ejercicio intenso. Esto puede ayudar a reducir la fatiga muscular y la incomodidad post-ejercicio, facilitando una recuperación más rápida y efectiva.
De todas formas, y más allá de la opinión de los expertos que es algo fundamental, lo cierto es que la elongación tiene que hacerse en un momento en donde la persona encuentre comodidad. Hay muchos que prefieren hacerlo antes de entrenar, ya que los prepara mentalmente para la rutina de ejercicio, mientras que otros le designan un momento especial, lejos de las horas de entrenamiento. Entonces, al final del día, se sabe que el mejor momento (o quizás más óptimo a nivel corporal) es hacerlo post entrenamiento, aunque la realidad es que lo mejor es que se adapte a la rutina de cada uno.
